jueves, 3 de julio de 2014

Zapatillas de Cristal.

Zapatillas de Cristal.

A finales del año 99, casi recién llegada al DF, después de algunas peripecias, decidí estudiar Producción de Televisión. Un día saliendo de clase un compañero me invito a tomarnos algo pues era mi cumpleaños, no se imaginen nada glamouroso o romantico, Mi amigo era gay y éramos un par de estudiantes cagones de sudadera amarrada a la cintura y converse sucios caminando a las 3:00 de la tarde por el Parque Mexico en la Col. Condesa, los parques me gustan mucho y era la primera vez que iba a éste, así que estaba muy emocionada, cual Cristobal Colon descubriendo América, en medio de todo, un tipo acompañado de otro con una cámara se nos acerco y nos dijo que estaba haciendo un estudio de mercado para Doritos y que si nos podía hacer unas preguntas, a nosotros que nos brillaban los ojos ante cualquier cámara o cable no dudamos un segundo en aceptar. Las preguntas iban desde como te describirías hasta que tienes en tu cuarto, palabras favoritas, etc..al final pidieron Nombre, dirección y edad, recuerdo que dije : " Tatiana 19, ah! No perdón tengo 20! Hoy es mi cumpleaños! el tipo y el camarógrafo me cantaron las mañanitas, me felicitaron, abrazaron, brincamos, nos agradecieron y se fueron...

Mi amigo y yo terminamos de pasear por el arbolado parque nos sentamos a tomarnos unos refrescos y a sentirnos dos grandes mentes discutiendo sobre las profundidades de los hoyos negros, resolviendo la incógnita del tiempo y su velocidad, como yo ya tenia 20 años!? Bueno, cuando llegue a la pensión de Doña Chayo, la casona en la Guadalupe Inn, con la cartulina Rosa Fosforescente en la puerta anunciando pollos de distintos sabores y que era donde vivía, me encontré con un gran arreglo de flores bellísimo y una vela olor vainilla. Wow! jamás había tenido una sorpresa así!  Las flores tenían tarjeta así que llame a agradecer, al otro lado del teléfono: El tipo Doritos, si, el del parque de hacia un par de horas atrás, que claro atrevidamente tomo mi dirección de la entrevista, sinceramente no me molesto; el tendría unos 25 años y cara de gente decente, diría mi abuela, en la llamada de agradecimiento me pidio mi teléfono para (ahora si, glamourosa y románticamente) tomarnos algo. Así que otro día llamo, contesto la grabadora de los pollos, que para los que no saben decía: "Habla doña Chayo tenemos pollos adobados, asados, ahumados haga su pedido y yo me comunicare con ud" No pidió pollos pero al final quedamos en la cita y llego el día, no rompiendo el Cliché yo no sabia que ponerme y tampoco tenia mucha opción, así que me puse unos pantalones negros, una blusa rosa de botones al frente y mis únicos zapatitos negros bajos y cerrados de cuando los converse no iban, ya estaban bastante traqueteados, el derecho hasta medio despegado del frente, pero eso solo lo sabía yo. 

El tipo llego puntual,  se paro frente a la cartulina rosa fosforescente toco el timbre y salí, como un caballero abrió la puerta del copiloto para mi, le pidió al chofer que se fuera atrás pues el quería manejar, todo fue muy bien durante la cena, bebímos un vino blanco fresco y dulce, comimos avestruz, que en aquel momento estaba como agarrando auge aunque parece que ya la dejaron quieta, en fin, después de la exótica cena, decidimos ir "de antro" como se dice en Mexico a las discotecas, así que nos fuimos a la de moda, que obvio yo ni conocía por recién llegada y por que ni salía, todavía no estábamos en el lugar y el chofer llamo al lugar para avisar que no tardaríamos en llegar, así que cuando se paro la camioneta frente a la puerta llena de gente esperando ser digna de pasar, dos tipos de seguridad de los grandotes esos de playeras negras que ya sabían que llegábamos se acercaron como para abrir paso o abrirnos la puerta, solo que el tipo Doritos ya se había adelantado y ya me la había abierto,  la gente amontonada miraba seguro preguntándose que tipo de celebridad estaría por bajar?  Yo, me jale hacia abajo mi blusita rosa y cual cenicienta baje de mi carroza, apenas puse el pie en el suelo, se me salió completo por enfrente del zapato con todo y calceta de Garfield, Si señor! el zapato se me abrió  por enfrente y mi pie estaba afuera dentro de un charco y frente toda esa gente observando, Por si los pollos no habían sido suficiente ahora Garfield aparecía en escena...me puse del color de la Blusita, creo que hasta deje de ver, Fue una milésima de segundo en que todo se detuvo, yo enrolle el pie lo mas rápido que pude y camine arrastrando la pierna tal cual hubiera tenido polio, el hombre, se quedo mirando al suelo impresionado, no sabia si era real o no lo que acababa de ver, después me siguió.

No supo que decir, yo tampoco, no se dijo nada, de vez en cuando volteaba a ver al suelo, yo seguía con el pie enrollado ahora ya casi engangrenado. La noche no duro mucho, No nos volvimos a ver. Mejores años después, cenando en un restaurante me pare al baño y lo vi  a lo lejos sentado en una mesa con varios amigos, nos miramos, nos saludamos y seguí caminando con una sonrisa recordando aquella noche y taconeando aún más fuerte, mis hermosas zapatillas que en ese momento se hicieron de Cristal. 

T.

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