jueves, 12 de noviembre de 2015

LLUVIA



La lluvia me hace feliz y aún no se por qué.  Solía decir cuando el celular preguntaba mi ubicación que me encontraba dentro de una gota de lluvia (repuesta innecesaria a pregunta innecesaria) cayendo del cielo, común pero perfectamente irrepetible, magnificando todo lo que ve, reflejando y multiplicando luz, estoy segura que al caer las gotas de lluvia producen suave música que solo las hadas pueden oir, pequeñas campanitas del cielo. Quiero un perfume de lluvia, pero es tan perfecto su olor que en toda nuestra historia nadie ha podido envasarlo, quizá hace falta probar con una nube como envase, de todas tengo una lluvia favorita: la lluvia en la costa, esa que se une al mar, que huele a mi isla, a momentos felices, refrescante, fría y cálida a la vez, esa que cae para limpiar el aire y el alma, para encapsular en sus gotas momentos perfectos que el mar guarda por siempre...

La lluvia me hace feliz y no necesito saber por qué...

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